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Higuera de las Dueñas

Sierra de clima mediterráneo

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Localidad de unos 300 habitantes junto a la carretera AV915 y cerca de la M547. Dista de Ávila 74,7 km.

Uno de los últimos pueblos abulenses en este sector del valle del Tiétar, pegado a Toledo (más o menos a la altura de Talavera de la Reina) y cerca de localidades madrileñas como Cenicientos. Por el norte le quedan cerca La Adrada y Sotillo de La Adrada, dos de las referencias turísticas del valle.

A pesar del entorno serrano en los cordeles de la Higuera y San Vicente, se emplaza a una altura modesta, poco más de 630 metros. Si a esto se añade que la barrera de Gredos frena los vientos del norte, resultada un clima sin extremos, con más influencia mediterránea que atlántica. Sin embargo los paisajes podrían confundirse con los de otros muchos pueblos serranos más altos, más fríos y más al norte.

Terrenos ondulados, afloraciones rocosas, encinares en dehesas más o menos abiertas, enebros y algunas manchas de roble, grandes extensiones de prados repartidos por rústicas cercas de piedra, algunas líneas de árboles de ribera en los arroyos de la Higuera y del Castaño que añaden un contrapunto de color en el otoño. Son parajes frescos, de verdes estimulantes durante los meses húmedos.

Un entorno natural así, accesible y cercano a grandes poblaciones madrileñas, explica la urbanización de chalets al sur, junto a la plaza de toros (sorprende que el coso sea de obra en un pueblo pequeño). En las afueras, también por el sur, se eleva la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora: recia por sus muros de mampostería con aspecto de reforma reciente, nave que parece aún más alta por el emplazamiento elevado del templo. Y un elemento poco visto en las sierras vecinas, un cerco enrejado alrededor. Tanto el arco como el alfiz se decoran con las típicas bolas del gótico abulense.

Y una característica que comparte con otros pueblos del Tiétar y en general el flanco sur de Gredos: un enorme edificio consistorial que no desentonaría en una población cinco veces más grande.