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La Vilavella

La tradición de las aguas termales sobrevive entre balnearios y fuentes

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Las aguas termales de la Fuente Calda fueron determinantes en La Vilavella, que en el siglo XIX llegó a contar con 11 balnearios frecuentados por personas que se desplazaban desde lugares remotos para dejarse sanar por estas aguas. Ahora solo queda uno; su proveedora, la Fuente Calda, está en el Jardín de la Glorieta, al lado del lavadero del siglo XIX y del interesante Museo de Historia de la Villa.

La Vilavella fue el origen de la vecina localidad de Nules, y por eso las ruinas del castillo que toma el nombre de esta población pertenecen al primer término municipal. Del castillo árabe, construido en el siglo X, quedan en pie un aljibe, restos de torres defensivas y un pavimento de azulejos de Manises de la capilla de San Jaime (siglo XV). Son interesantes la iglesia de la Sagrada Familia (siglo XVIII) y la Gruta de Lourdes, cercana a la ermita de San Sebastián.

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