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Majadahonda

Cómoda, amplia y acogedora

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El origen del municipio proviene del vocablo majada, que curiosamente era el lugar donde los pastores cobijaban al ganado con la llegada de la noche. En la década de los 60, el pueblo de Majadahonda fue creciendo y abandonó sus orígenes en el campo para convertirse en una de las ciudades que forman parte del área metropolitana de Madrid. Se trata de una localidad que conjuga a la perfección naturaleza y modernidad. En Majadahonda, residencial y elegante, sobresale la preciosa fachada de la iglesia de Santa Catalina Mártir, blanca y con una altísima torre. Desde su campanario se divisa un horizonte verde, en el que destaca el Parque Colón, punto de juegos infantiles y paseos relajados. En él se improvisan noches de cine con la llegada del verano y es el epicentro de las fiestas de la localidad, que tienen lugar a mediados de septiembre. Más allá, la naturaleza se apropia totalmente del espacio en el Monte del Pilar, paraíso de senderistas y ciclistas que cuenta con el palacio de los Oriol y un museo dedicado al escultor Venancio Blanco.

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