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Un extenso patrimonio en la Ruta de la Garnacha
En el extremo occidental de la provincia de Zaragoza, entre los ríos Ebro y Huecha, se encuentra la localidad de Mallén. En su casco urbano abundan los templos y construcciones civiles con siglos de historia. Un buen ejemplo es la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, de origen románico, interior gótico y modificada en el siglo XVIII. Lo mismo sucede con el Palacio de Navas, renacentista, o con la Casa de la Calle Juan Marzo, del mismo estilo.
De entre todos estos edificios señoriales sobresale el Palacio de los Zapata (siglo XVIII), el monumento civil más importante de Mallén, con una preciosa fachada neoclásica. A escasos metros se levanta el Centro Cultural Antiguo Hospital. Ya en el siglo XIX se erigió la Casa de los Fortines, de estilo modernista, y el Matadero Municipal (siglo XX). En las afueras del municipio se halla el yacimiento de El Convento, donde se han sacado a la luz restos celtíberos y romanos, y la ermita barroca de Nuestra Señora del Puy. A este pequeño templo junto al que brota un manantial se accede después de atravesar el Paseo del Puy, un arbolado de casi un kilómetro.
En 1987, los vecinos de Mallén recuperaron un dance [baile] tradicional. La localidad forma parte de la Ruta de la Garnacha. El paisaje que abarca este itinerario enoturístico (territorio de la Denominación de Origen Campo de Borja) ha sido declarado Espacio de Interés Turístico de Aragón. La localidad también está incluida en la Ruta Jacobea castellano-aragonesa del Camino de Santiago. Para endulzar el viaje, podemos probar el roscón de San Blas o las culecas, un bollo tradicional típico.