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Meira

Triángulo de piedra

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Con sus árboles florecidos llegamos hasta la plaza del Ayuntamiento de Meira. Aquí encontramos las dos joyas de su corona, en representación de lo humano y lo divino: el Ayuntamiento y la iglesia de Santa María, declarada Monumento Nacional. El uno al lado de la otra, solemnes y bellísimos, sus muros de piedra le dan a Meira el peso de los lugares históricos que nos sentimos privilegiados por poder contemplar, tanto tiempo después de haber sido construidos, en el s. XI, cuando los primeros monjes cistercienses llegaron hasta aquí. La tercera pata imprescindible para la vida es la Naturaleza, y aquí estamos rodeados de ella. Y no cualquiera, porque en Meira está situado nada menos que O Pedregal de Irimia, lugar del nacimiento del río Miño, que tanta vida y riqueza lleva por toda Galicia. En un lugar donde se mezclan las tradiciones y la pura magia de sus leyendas, Meira promete un lugar maravilloso para pasear por sus rutas, olvidarse las preocupaciones y dejarse llevar.

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