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Melón

Baño mágico de naturaleza

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Hubo un tiempo en que la influencia y el poder del monasterio cisterciense de Santa María de Melón, fundado en 1158, alcanzaba hasta Vigo. Con el paso del tiempo perdió su ascendiente, e incluso parte de la piedra de su iglesia, que fue vendida a peseta el carro para otros menesteres, pero lo que se conserva mantiene su magnificencia: el portalón con los escudos del Císter, la iglesia con sus dos capillas en los extremos, un espectacular palomar, los restos de una gran arcada y de un torreón, así como muchas dependencias monacales, hermosas bóvedas de crucerías y arcos góticos.

Pero sin duda alguna el ‘monumento’ más visitado hoy en día en el municipio es la Ruta del Agua, más conocida como pozas de Melón, con sus cascadas y piscinas naturales formadas por el río Cerves en su trepidante descenso desde la Serra de Faro hasta Melón, casi 600 metros de desnivel en apenas tres kilómetros. Un sendero que pasa por debajo de la Autovía das Rías Baixas permite seguir el cauce del río y sorprenderse con sus espectaculares saltos y con sus pozas de agua cristalina, que permiten refrescarse en los meses de verano.

En la comarca de O Ribeiro, pero lindando ya con la provincia de Pontevedra, Melón cuenta con la riqueza del agua y con variado patrimonio etnográfico. En la parroquia de Santa María de Quins se encuentra una de las mayores concentraciones de canastros de Galicia, dos grupos de 14 y 10 hórreos situados en una loma, y con la particularidad de estar separados por tres cruceros (calvario de Quins). Al oeste del término municipal, cerca ya de la provincia de Pontevedra, se encuentra A Fonte Santa, monte arriba junto a la ermita de San Bieito. En la otra punta del municipio, de reciente factura, la Ruta dos Muíños.

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