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Miengo

Pueblo cántabro en la desembocadura de dos ríos

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Miengo vive entre dos desembocaduras, que ejercen como límites naturales del municipio: la del Pas, en el pueblo de Mogro, formando la ría a la que da nombre, y la del el Saja-Besaya, en Cuchía, creándose un ecosistema singular con un perfil de costa con playas, suaves acantilados y pequeños islotes en el horizonte, entre los que destaca La Conejera, y un interior con pequeñas colinas y mieses como las de Gornazo y Bárcena de Cudón.

Las excelentes condiciones naturales de Miengo se aprovecharon desde la más remota antigüedad, tal y como reflejan los hallazgos de la Cueva de Cudón, que testifican que la zona está habitada desde el Magdaleniense. Esta cueva presenta la colección más numerosa de arte prehistórico de carácter esquemático de Cantabria. Más cerca en el tiempo, Miengo destaca por una rica actividad salinera durante toda la Edad Media, gracias un pozo de sal que ha desaparecido.

Y en esta zona se alzan además diversas casas montañesas, entre las que sobresale el Palacio de los Herrera, una casona barroca que se construyó entre los siglos XVII y XVIII. A la hora de hablar de gastronomía no hay que olvidar la merecida fama que se han ganado sus angulas, que en la bajamar se pescan (de noche y con luces) en la desembocadura del río Pas.

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