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Miera

Bajo el roquedo de Enguinza desde tiempos medievales

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Su situación especial, resguardada entre las montañas, en el desfilaldero del río que le da nombre, convirtió a Miera en sede de uno de los monasterios medievales más antiguos de Cantabria, el de Santa María de Miera, del que se tienen noticias a partir del siglo XI. Sobre los cimientos de aquel antiguo templo, en La Cárcoba, dominando el territorio, se levantó la actual iglesia bajo la misma advocación, principal monumento del municipio. Barroca en su exterior, con portada muy sencilla y grandes volutas y abovedamiento gótico estrellado en el interior, cuenta con un bello retablo central.

En cuanto a la arquitectura del siglo XIX y comienzos del XX, en el barrio de La Cantolla, en Mirones, se encuentra el llamado Hotel París, construido en 1905, una imponente edificación situada en lo alto de una roca que consta de una torre de sillería adosada a una casa.  Pero Miera destaca sobre todo en el ámbito natural, con una gran belleza paisajística que se caracteriza por su orografía caliza de relieves agrestes. Sobresale el roquedo de Enguinza (964 metros), al que se puede ascender desde Mirones a través de un espectacular paisaje de hoyos y crestas, con numerosas cabañas ocupando los escasos lugares propicios. El paseo, por caminos de carboneros, en el que puede cruzarse con algún paísano con el cuévano en la espalda, permite disfrutar de hermosas vistas hasta la Bahía de Santander.