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Montederramo

Asombrado por su monasterio

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Montederramo es uno de esos municipios cuyo acervo cultural, por notable que sea, se ve irremediablemente eclipsado por la gigante sombra de su monasterio. Porque el conjunto monacal que ocupa el corazón del pueblo es uno de los mejores exponentes de la arquitectura renacentista en Galicia. Los orígenes del cenobio de Santa María se pierden posiblemente en el siglo X, aunque los primeros documentos que confirman su presencia son de dos centurias más tarde. A finales del siglo XVI, este monasterio cisterciense alcanzó un enorme prestigio como centro de estudios de artes y filosofía. El inmueble ha sufrido sucesivas reformas a lo largo del tiempo y contiene elementos que lo relacionan con diversos estilos, pero uno de los espacios más admirados es el claustro renacentista de su hospedería, construido en el siglo XVI. La iglesia, que custodia valiosos retablos y un coro barroco, es de estilo herreriano. El conjunto arquitectónico se puede visitar todos los días de 11 a 19 horas.

No obstante, quien vaya a Montederramo para conocer su importante monasterio podrá comprobar que posee un interesante patrimonio más allá del que dejaron a su paso los monjes. Por ejemplo, a unos cien metros de Vilariño Frío comienza un tramo de la Vía Nova romana que enlazaba Astorga con Braga. Esta calzada pasa por la llamada Ponte Vella (puente viejo), también de origen romano pero con reformas medievales. En la visita a Vilariño Frío se puede ver también un peto de ánimas, limosnero construido en piedra y ubicado en los lugares de paso para que los fieles expresen un particular culto a los muertos, rogando por las almas del Purgatorio. En Marrubio, junto a la capilla de San Antonio, hay otros dos petos y un cruceiro policromado. Además, en Montederramo se conservan varios molinos como el de Ponte Mazaira, junto al río Mao (afluente del Sil), que se puede visitar.

El otro fuerte de este municipio es su paisaje de montaña, que se eleva sobre el nivel del mar por las estribaciones de la imponente sierra de San Mamede y que cuenta con varias rutas de senderismo. En este entorno, protegido por la Red Natura y clasificado como Lugar de Interés Comunitario (LIC), se expande por más de 250 hectáreas el conocido como Bidueiral (bosque de abedules) de Montederramo. Desde el alto de San Mamede, junto a la ermita del santo, se alcanza un descomunal horizonte y se divisan localidades como Monforte (Lugo) o Verín (Ourense). Para el descanso y el baño, nada mejor que las riberas del Mao, que posee dos áreas recreativas: el Refugio de A Retorta y Ponte Mazaira.

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