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Motilla del Palancar

Cruce de caminos

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La ribera izquierda del río Júcar guarda un punto de encuentro entre las provincias de Cuenca, Albacete y Valencia en forma de un pueblo vivo y antiguo que comenzó llamándose Parajes de Alarcón y hoy se conoce como Motilla del Palancar. Para todo viajero que se traslade desde Madrid en dirección a Levante en verano, Motilla es una parada casi obligatoria que bien merece la pena aprovechar para descubrir su patrimonio, con la vía del Riato como ruta principal.

En un municipio conocido por su Pasión Viviente de Semana Santa, este es eminentemente religioso, y la Parroquia de San Gil es su mayor orgullo, por sus dos portadas renacentistas y su retablo barroco. Tampoco se queda atrás la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, cuyo retablo fue esculpido en madera por José Navarro Gabaldón, escultor motillano. En lo civil, el Palacio de los Lujanes, que llama la atención por su rejería, es un recuerdo de la presencia de nobles en la localidad. 

 

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