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Naval

El pueblo de la sal

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En el siglo XIII, el rey Jaime I concedió a Naval el monopolio para comerciar con la sal, por lo que desde ese momento el destino de la localidad iría unido al de sus salinas. En el municipio todavía se conserva un imponente almacén para este producto fechado en ese mismo siglo. Las salinas hoy se han transformado en unos balnearios que aprovechan las características del agua salada de esta zona (con mayor densidad que la del Mar Muerto) para tratar distintas dolencias. Todavía se pueden seguir comprando sales de cocina y baño.

El otro gran signo de esta localidad ha sido su producción de alfarería, que ahora ya no existe, pero se conserva un centro de interpretación que explica la importancia de esta industria en la zona.

El monumento más importante de Naval es la Colegiata Santa Maria la Mayor, construida en la segunda mitad del siglo XVI, de estilo gótico aragonés, y declarada monumento histórico-artístico de interés nacional.

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