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Navaleno

Nostalgia de los viejos carreteros a la sombra de un pinar

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Rodeado de pinares, Navaleno es un pequeño pueblo soriano lleno de encanto y tranquilidad, que vive de la madera de sus árboles y de los champiñones y boletus que pueblan su suelo durante el otoño. En su entorno de masas arbóreas, es frecuente ver a ciervos y corzos. Estamos en un territorio de caza mayor. No en vano, el término municipal se halla incluido en la Reserva Nacional de Caza de Urbión. Navaleno es un pueblo orgullosamente 'carretero'. El transporte mediante bueyes y mulas de todo tipo de objetos y productos, especialmente sal, trigo, carbón, madera y lana era ya famoso en estos lares durante el reinado de los Reyes Católicos. Durante la Guerra de Granada los carreteros de esta comarca participaron estratégicamente transportando provisiones y el abastecimiento para los ejércitos de la Corona. Y aunque los tesoros no están aquí labrados en piedra, destacan dos templos en el municipio: la Iglesia Parroquial de San Esteban Protomártir, con un interesante entramado de madera, y la ermita de San Roque. El casco urbano nos permite un paseo agradable por sus calles, amplias y llenas de casas de poca altura. El cielo soriano luce allí con un precioso color azul. La protección natural de sus montes permite realizar rutas de senderismo, deporte de aventura y realizar salidas para buscar setas, muy famosas y codiciadas en la zona. Además, Navaleno demuestra que también puede ofrecer diversión a raudales durante sus fiestas de San Roque o en el Rock-Camp Festival, dedicado a los jóvenes de los alrededores.

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