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Navarredonda de Gredos

Descanso entre flores y grandes vistas

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Un lugar para el descanso completo y la desconexión del mundo, alejados de los datos móviles por unos instantes. Y esto no se consigue únicamente en el Parador de Gredos (el primero de la cadena, inaugurado en 1928); el municipio de Navarredonda es todo paz y armonía. En el lugar de nacimiento del río Tormes la naturaleza es apabullante y asalta al visitante a cada paso. Esta se presenta especialmente espectacular durante el Festival del Piorno en Flor, que cada año inunda las pupilas de turistas y navarredondinos al cubrir el paisaje con un alegre manto amarillo del que no vuelven a gozar hasta la primavera siguiente. Y los amantes del senderismo tienen en la localidad la entrada a su propio patio de recreo, viendo cómo se despliega ante ellos el Parque Regional de la Sierra de Gredos. Se puede disfrutar a través de los diferentes itinerarios que brinda este vasto paisaje natural, como la ruta de la Laguna Grande y el Circo de Gredos, y ascender al Almanzor o los Galayos. 

De vuelta en el casco urbano, la piedra también reclama la atención del visitante en forma de la torre parroquial y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, así como las sencillas y acogedoras formas de la Ermita de la Virgen de Las Nieves y la de San Antonio. Dado que después de la caminata llega el hambre y hay que reponer energía, es buen momento para degustar en algún restaurante el producto típico de la zona: la ternera de Gredos aportará el suficiente aporte calórico como para seguir la hoja de ruta o el placer, simplemente, de saborear una carne de gran calidad. 

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