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Nogueira de Ramuín

Una joya en la Ribeira Sacra

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En esa deslumbrante Ribeira Sacra que aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad, donde la confluencia del Miño con el Sil, ahí está Nogueira de Ramuín, municipio ourensano con múltiples y variados atractivos: por ser la cuna de los afiadores (‘terra da chispa’), por acoger el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, por sus balcones sobre el río, por los paseos en catamarán por los cañones del Sil... En fin, uno de los referentes turísticos de la Galicia interior.

Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1923, el cenobio de Santo Estevo alberga desde 2004 un Parador de Turismo. Su fundación llega a remontarse hasta el siglo VI, pero la construcción actual es el resultado de una suma de estilos y épocas. Consta de tres claustros, siendo el de los Obispos, con un cuerpo inferior de estilo románico y el superior gótico tardío, el más antiguo. Los otros dos claustros son renacentistas; la fachada es barroca, dividida en tres tramos y presidida por el escudo de la España Imperial. El románico está muy presente en la iglesia del monasterio, de finales del siglo XII, con sus tres ábsides, y con el central más bajo para aprovechar la iluminación del rosetón de la fachada. Destaca también un fascinante retablo pétreo.

También son románicas la iglesia de San Martiño de Nogueira, que conserva dos portadas y los canecillos de su estilo originario, y San Cristovo de Armariz, del siglo XII. Y espectaculares son las vistas desde la capilla de la Virxe do Monte, de 1770 y situada a 930 metros de altitud, que el 15 de agosto celebra una gran romería.

Más modernas son las muestras de arquitectura civil, como el Pazo de A Seara, edificado a principios del XVIII con piedra del antiguo monasterio de San Vicente, y el Pazo de Celeiros, construido bajo las órdenes del clérigo Xoán Martínez durante el siglo XIX. Merece también atención el peto de ánimas de Eiradela, coronado por un elaborado cruceiro con la figura de Cristo y dos pináculos con figuras humanas.

Varias rutas de senderismo, algunas acondicionadas recientemente por la asociación Móvete por Nogueira, permiten recorrer los atractivos naturales del municipio. Y sirven para llegar hasta los espectaculares miradores sobre los cañones del Sil, para contemplarlos en todo su esplendor, y descubrir los viñedos cultivados con heroicidade en bancales. Ahí está el de A Pena do Pobre, con vistas a la famosa curva de A Ferradura, la más fotografiada del Sil, al embarcadero de Santo Estevo, y a la Albariza do Vello (muro circular de piedra que servía para proteger las colmenas). Y el construido en madera Pé de Home, desde donde se perfila el embalse de Santo Estevo, uno de los dos del municipio junto al de San Pedro.

La ruta que sale de Valdopereiro conduce hasta el castro de Torre dá Cidá, de grandes dimensiones, con restos de murallas y construcciones, un castro romanizado y refortificado durante la Edad Media. Otro camino, la Ruta da Moura, permite visitar la necrópolis megalítica de As Cabanas, formada por siete túmulos o mámoas datados entre el 3.500 y el 2.000 antes de Cristo. En la Praza do Concello de la capital del municipio, Luíntra, una escultura de Buciños rinde homenaje a uno de los mejores embajadores de Ourense, o afiador (afilador).

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