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Peñalba de Ávila

Frontera entre campiña y sierra

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Localidad de unos 100 habitantes a 21,8 km de Ávila, cercana a la autovía A50 que conecta las capitales de Ávila y Salamanca.

Pozanco es, junto con otras localidades vecinas como Mingorría o Monsalupe, un pueblo de frontera natural entre las llanuras cerealistas de La Moraña y las primeras estribaciones de la sierra, con encinares y pinares que llegan prácticamente hasta Ávila. Dos atractivos añadidos al bosque: el embalse de las Cogotas y en sus inmediaciones el castro celta del mismo nombre, uno de los más extensos (dos recintos amurallados) de la provincia. Al este se extiende otro reducto verde: los sotos y pinares que flanquean el curso del Adaja, con los restos de un molino harinero y una urbanización de chalets.

Esa transición de paisaje se entiende también en los materiales constructivos. Aunque abundan las casas de adobe y de ladrillo visto con cuarterones encalados, típicas del norte morañego, también es común el sillarejo y el granito clásicos de la sierra. De hecho, al sur son frecuentes las afloraciones de granito en rocas cuarteadas por el hielo, no desentonarían en el centro de una rotonda como monumento natural.

De tosco sillar de granito es la iglesia de San Vicente Mártir, homologable con cualquier otra de la sierra. Y de sillarejo encalado, con esquinas reforzadas por sillar, es la ermita del Santísimo Cristo de Santa Teresa (Peñalba se incluye en una de las rutas teresianas que cruzan la provincia), en una era a las afueras del pueblo. A lo lejos ofrece un aspecto como de caserío, si no fuera por la pequeña espadaña.

Peñalba también conserva un potro de herrar, que no solo calzaba caballos, mulas y asnos, igualmente vacas y bueyes de tiro.

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