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Pesaguero

En el corazón de Liébana

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Las diez aldeas de Pesaguero, repartidas en 70 kilómetros cuadrados de naturaleza de montaña, en pleno corazón de la Comarca de Liébana, mantienen todavía viva la llama que se prendió hace un milenio cuando se fundaron, tal y como se recoge en el Cartulario de Santa María de Piasca, monasterio al que estaban vinculadas. Y el paisaje prácticamente continúa siendo el mismo, con praderíos de un verde intenso que se alternan con carrascales y, en lo alto, con robledales y hayedos.

Desde el Mirador del Jabalí se contempla todo este valle, con sus pueblos a una y otra orilla del río Bullón, afluente del Deva. Los paseos son infinitos, pero desde Caloca, el pueblo más alto de Pesaguero (1.039 metros) se puede ascender atravesando un bello hayedo hasta el Pico Bistruey (2.000 metros), después de contemplar su Iglesia de la Asunción, de sencillo románico de montaña con remate gótico y una bella espadaña. En Avellanedo y Valdeprado se conservan dos hórreos, y muy cerca de éste último núcleo se puede visitar una casa hidalga del siglo XVIII, aunque todas las aldeas mantienen buenas muestras de construcción tradicional. 

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