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Roquetes

De piedra sobria y frondosas montañas

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Cruzando la AP-7 con las impresionantes montañas del parque natural de Els Ports de frente, llegamos al municipio catalán de Roquetes. Varios molinos de aceite nos saludan con sus aspas y nos dan la bienvenida a una tierra repleta de cultivos de algarrobos. olivos y almendros, que nos recuerdan la gran importancia agrícola que allí existía. Calles estrechas y de piedra nos invitan a visitar la sobria y regia iglesia de San Antonio de Padua, levantada en el centro del pueblo. Tras rendir tributo a San Antonio, nos sumergimos en uno de los bosques tarraconenses para estudiar la influencia del sol sobre la tierra en el Observatorio del Ebro. Con la lección aprendida y entendiendo cómo influye el astro rey sobre los movimientos de La Tierra, vemos un conglomerado de torres eléctricas que ocupan hoy lo que fue terreno de la Torre de Riba-Roja, una edificación, conquistada por Ramón Berenguer IV, protectora de la ribera occidental del Ebro. Tras conocer de primera mano el pueblo de Roquetes, caemos rendidos ante la belleza del parque natural de Els Ports y decidimos visitarlo. Sus senderos, plagados de frondosos árboles y altas paredes de montañas escaladas por alpinistas, nos invitan a bañarnos en sus pozas mientras vemos deambular las cabras hispánicas, y demás especies, que allí habitan.