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San Bartolomé de Béjar

Balconadas en la raya con Salamanca

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Localidad de unos 40 habitantes junto a la carretera AV110, cercana a A66 (autovía de la Plata). Dista 10 km de Béjar y 102 de Ávila.

Se sitúa junto a la frontera provincial de Salamanca, en plena sierra de Béjar y rodeado de pastos cercados, arboledas en los montes y sotos de varios arroyos (Matabejas, San Bartolomé…) que vierten en el río Becedillas y este en el Tormes (al oeste y pasado ya El Barco de Ávila).

La escasa población contrasta con la abundancia de casas operativas y bien cuidadas. Se nota que en verano, como tantos otros pueblos abulenses, multiplica población. Dicen los vecinos que de los más o menos 40 habitantes censados solo la mitad pasan el invierno en el pueblo.

San Bartolomé conserva muestras de arquitectura tradicional a mitad de camino entre la sierras abulenses al oeste y la influencia salmantina. Por ejemplo en los balcones corridos apoyados en grandes ménsulas de piedra aunque también en vigas y estructuras metálicas. Son más las casas encaladas o pintadas de blanco que las de sillarejo visto, a menudo con sillares de refuerzo en las esquinas y puertas y ventanas con cercos de grandes bloques. Una de las mejores casonas se reconvirtió en casa rural.

Tiene una pequeña colección de fuentes, algunas con grandes pilones que sirven, o servían, de abrevadero. Una de ellas está junto al clásico potro de herrar imprescindible en cualquier pueblo dedicado a la ganadería. Y una iglesia pintoresca (San Bartolomé), con torre chata por ancha y de poca altura, adosada a una esquina de la nave y remate de pirámides en los contrafuertes. Todos esos elementos le dan un aspecto singular. Desde el templo parten las romerías hacia la ermita de San Marcos, emplazada en un paraje de postal: en un otero, rodeada de prados y con las cimas serranas al fondo. No es habitual que las ermitas tengan atrio, dicen que el de San Marcos se instaló para dar refugio a los caminantes.