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Taüll

Dos joyas del románico en el Pirineo

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Sant Climent de Taüll. Sólo eso, merece el viaje. Sant Climent de Taüll es el románico, es el templo, es la comunión de la obra del hombre, la presencia divina y la naturaleza en una única imagen. El perfil de su imponente campanario se recorta contra la grandiosidad del Pirineo que custodia desde el siglo XII la joya del románico pirenaico. Pero es que hay más. Su interior, que ha sido remodelado de forma exquisita y permite una experiencia superior en la comprensión de la iglesia, no en el presente, sino cuando fue levantada en medio de este paradisíaco paisaje. Además, el Pantocrátor de Sant Climent es, posiblemente, la imagen más habitual a la hora de resumir el románico catalán.

Y todavía más. En el centro del pueblo, quizás algo más discreta, rodeada de las casas de piedra y tejado de pizarra que en su momento formaron a su alrededor el primitivo asentamiento, se alza Santa María de Taüll, que tiene prácticamente el mismo valor arquitectónico que Sant Climent. Las dos iglesias se encuentran inmersas en un entorno natural privilegiado, a un paso del Parque Natural de Aigüestortes y de la estación de esquí de Boi-Taüll, que garantizan las mejores actividades al aire libre en cualquier estación. Caminar por los senderos del parque, descender por las pistas o contemplar las vistas desde lo alto de la estación son solo tres de las posibilidades infinitas que ofrece esta comarca.

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