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Teulada-Moraira

Un casco histórico patrimonial en la costa

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Cuando llegamos a esta localidad, debemos saber que en realidad estamos en Teulada-Moraira, un municipio compuesto por dos núcleos de población. En el interior nos recibe la agrícola y amurallada Teulada del siglo XVI y XVII y piedra tosca, que nos invita a pasear por su casco antiguo. A la Vila, como se conoce a este Conjunto Histórico, entramos por la plaza de la Creu para encontrarnos con los últimos tres escudos nobiliarios de los siglos XVI y XVII donde se alzaba el Portal del Mar, en el arranque de la calle Dalt. Por ella seguimos para admirar la gótica iglesia fortificada de Santa Catalina Mártir, que comparte la plaza de la Iglesia con la portada renacentista de la Ermita de la Divina Pastora. La calzada nos aligera el paso para llegar hasta la plaza de Els Portxes y la Sala de Jurats i Justicies.

Los recuerdos de una muralla también resisten en el litoral, con el Castillo de Moraira como gran protagonista. Pero el mejor punto de observación del perfil costero del municipio es la Torre Vigía del Cap d'Or, desde el que podremos tener unas estupendas vistas del puerto y de sus calas y playas, como la del Portet. Y aún siendo sus arenales su mayor baza, no hay que dejar de pasear por el centro para encontrarse con la iglesia de la Virgen de los Desamparados y sentarse en una terraza para que un trago de licor de uvas o Mistela y un arroz meloso de pulpo elaborado en estas tierras nos despierte el paladar.