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Valverde de la Vera

Una Semana Santa muy especial

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Situada en la Comarca de La Vera, el escarpado municipio de Valverde de la Vera tiene las dos terceras partes de sus tierras con cultivos de tabaco. De esta forma, la agricultura y sus tiempos marcan el ritmo vital de este tranquilo pueblo verato, que posee uno de los más espectaculares conjuntos de arquitectura popular de la comarca, hasta el punto de que fue declarado en 1971 Conjunto Histórico-Artístico.

A sus calles estrechas y empedradas asoman casas de mampostería reforzadas por entramados de madera, balcones corridos y aleros saledizos. En la Plaza Mayor, con soportales sostenidos por columnas de granito, están el Ayuntamiento y la Fuente de los Cuatro Caños. También se conserva en la localidad el Castillo de Valverde de la Vera, antigua fortaleza erigida en el siglo XIV por orden de Nuño Pérez de Monroy, al que está adosada la Iglesia de Santa María de Fuentes Claras, de mediados del siglo XVI.

La localidad es famosa en toda España por una tradición antiquísima, su particular celebración de la Semana Santa donde, según manda la tradición, los 'empalaos' recorren descalzos las estaciones del Vía Crucis en un rito de penitencia. En el Museo del Empalao se repasa todo lo referente a esta tradición, que data al menos de 1600 –cuando ya había en el pueblo una cofradía de al menos 200 hombres–, y que consiste en atar un madero al penitente y ceñir a su tórax una larga y gruesa cuerda de esparto, hasta atarle con ella los brazos al madero. El penitente lleva la cabeza cubierta por un velo con dos sables cruzados tras la nuca y una corona de espinas ceñida en la cabeza. El 'empalao', así ataviado, recorre vestido con unas enaguas blancas y descalzo las estaciones del Via Crucis.

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