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Vega de Liébana

A los pies de San Glorio

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Desde el Mirador de Llesba, a 1.609 metros de altitud, en la ascensión al Puerto de San Glorio, salida de Vega de Liébana hacia León, se contempla este abrupto municipio, en las estribaciones de los Picos de Europa, con la Peña Prieta, de 2.536 metros de altitud, en su término municipal. Se caracteriza por las formas glaciares de sus valles y profundas hoces, como la de las Retuertas, bañado por el Deba y decenas de regatos, repartido en pequeños pueblos como Bores, al que ya se refería en unos versos el Marqués de Santillana para alabar la belleza de una moza, paralela a la del valle: “Moçuela de Bores, allá do la Lama, púsome en amores”.

Para recorrer estos lugares, paraíso del senderismo, siempre viene bien un buen plato de cocido liebaniego, que se diferencia del montañés en que lleva garbanzos. En sus extensos bosques se pueden descubrir especies como corzos, osos pardos, jabalíes, águilas reales, zorros… No en vano su territorio se encuentra en la Reserva Nacional del Saja. En el plano histórico-artístico destaca la Casona de los Colmenares de Valmeo, una singular casa-fortaleza. En el ámbito de la arquitectura rural, las referencias son el conjunto de Dobres y el barrio de Cucayo, ubicado en un entorno natural privilegiado. Entre los bloques que lo componen se cuentan varios ejemplos de viviendas representativas de Liébana.

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