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Vera de Moncayo

La joya de un monasterio y el recuerdo de Bécquer

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A orillas del río Huecha, a los pies del imponente macizo del Moncayo, se sitúa la localidad zaragozana de Vera de Moncayo. Su casco urbano está presidido, en lo alto, por los restos del antiguo castillo medieval (siglo XIV), que se alzan junto a la iglesia renacentista de la Natividad (siglo XVI). El templo está coronado por una torre mudéjar y su interior alberga el retablo de San Bernardo, una de las obras imprescindibles del Renacimiento aragonés.

Pero es en las afueras donde se encuentra su patrimonio histórico más sobresaliente. A un kilómetro del pueblo se alza el impresionante Real Monasterio de Santa María de Veruela, una joya cisterciense de estilo románico edificada en el siglo XII. La belleza y singularidad de este monumento nacional son extraordinarias. Al pasear por su claustro, recorrer su iglesia y conocer las estancias en las que vivían los monjes parece como si el tiempo se hubiera detenido. En este remanso de paz, recogimiento y contemplación estuvieron afincados en varias ocasiones, de 1863 a 1864, los hermanos Bécquer. Fue en este monasterio, uno de los mejor conservados de todo Aragón y convertido en un icono del romanticismo español, donde Gustavo Adolfo Bécquer escribió su célebre obra 'Cartas desde mi celda'. Cinco estancias del monasterio se reservan al Espacio Bécquer, que evoca la estancia de los tres hermanos mediante escritos, dibujos y objetos vinculados con su vida. En este recinto monástico se halla, además, el Museo del Vino de la Denominación de Origen Campo de Borja y el Museo Aragonés de Arte Contemporáneo.

También en los alrededores de Vera del Moncayo, frente al monasterio, se alza la conocida como Cruz de Bécquer o Cruz Negra, un crucero del siglo XVI. No lejos de aquí descubriremos el yacimiento arqueológico de La Oruña (siglo II a.C.), el mejor enclave celtibérico de toda la comarca. Un Centro de Interpretación nos permite conocer al detalle cómo era la vida en aquella época tan lejana. Y junto a un pequeño encinar, la Ermita de La Aparecida recuerda el lugar exacto donde la virgen, según la leyenda, se apareció para pedir la construcción del histórico monasterio.

Numerosas rutas pasan por Vera de Moncayo, así que lo mejor es recorrer los senderos que discurren por esta localidad que forma parte de la Ruta de la Garnacha. El paisaje que abarca esta ruta enoturística (territorio de la Denominación de Origen Campo de Borja) ha sido declarado Espacio de Interés Turístico de Aragón. El municipio celebra dos importantes eventos gastronómicos, la Feria de Alimentación y la Feria de la Trufa, la primera dedicada a este producto que se celebra en la provincia de Zaragoza.

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