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Vila-real

Moderna, acogedora y versátil

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Villarreal es la segunda localidad con más habitantes de la provincia tras la capital, Castellón. Se trata de una ciudad moderna, acogedora y versátil en la que se puede disfrutar de cada rincón en un ambiente distendido mientras se toma un piscolabis en alguno de los abarrotados bares de la Plaza de la Villa, corazón del casco histórico. De esta plaza emanan el resto de vías que forman el pueblo y muestran su idiosincrasia a través de la Casa del Aceite y Casa de Polo. Estos museos guardan una rica muestra de la cultura tradicional, gracias a la obra de los habitantes más famosos del municipio castellonense, como el músico Francisco Tárrega o el pintor José Gumbau. Entre tantos lugares de culto y culturales hay espacio para los amantes de la naturaleza: el Termet, un lugar único donde la armonía y la tranquilidad quedan bañadas por el río Mijares y donde el propio Jaime I estableció su sello personal construyendo el puente de Santa Quiteria, en un entorno privilegiado, alejado de la muchedumbre del centro urbano.

En cuanto a su patrimonio religioso, destacan la basílica de San Pascual Baylón, el templo con la tumba del santo patrón de Villarreal, una joya del barroco valenciano que puede jactarse de tener la mayor campana de volteo del mundo; y la magnífica iglesia Arciprestal de San Jaime, que tiene el honor de ser la más amplia de este tipo de cuantas hay en España. Se distingue fácilmente desde el exterior por su imponente torreón, que se ha convertido con el tiempo en uno de los símbolos de la localidad.