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Villalpando

Cuna de héroes

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El río Valderaduey baña esta localidad de gran riqueza histórica. Celtas, romanos, godos y árabes la habitaron siglos atrás. Actualmente, los cereales, el queso y el ganado ovino son las actividades económicas con más peso entre su alrededor de 1.500 habitantes. Desde la mitad del siglo XII ya contaba con ocho parroquias, dos conventos y muchas ermitas. De entre todas sus reliquias, destacan las murallas. Se conservan dos de las cuatro puertas monumentales: la de San Andrés (conocida como Puerta Villa) y la Puerta de Santiago.

Merece una mención especial el Castillo de los Velasco, un edificio del siglo XII habitado por los Condestables de Castilla que fue incendiado en el siglo XVI por los Comuneros. Sobre sus ruinas don Iñigo I levantó otro palacio. En la actualidad sólo se conservan algunos restos. También destaca la Iglesia de Santa María la Antigua, de estilo románico-mudéjar del último cuarto del siglo XII, en ruinas desde 1933. También son muy frecuentados el Convento de San Antonio de Padua, situado en pleno casco antiguo, el Hospital del Espíritu Santo y la Iglesia de San Nicolás de Bari, del siglo XII, recién reconstruida.

La Plaza Mayor, de más de 2000 metros cuadrados, es un punto de encuentro común de los turistas. Está situada en el centro neurálgico del casco urbano. Cuentan sus habitantes que en el pasado era conocida como la Plaza de las Carnicerías, ya que allí se situó la picota ante la que se ajusticiaba a los presos. En ella está ubicado el Ayuntamiento, junto a viviendas que conservan antiguos blasones y una fuente ornamental.

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