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Villaveza del Agua

Descanso para el caminante

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La abundancia de agua que siempre hubo en la localidad y su proximidad a las Lagunas de Villafáfila lo que le ha otorgado, en parte, su nombre. La otra mitad se vincula con la nomenclatura de alguno de sus propietarios más antiguos. Los historiadores hablan de un morador mozárabe llamado Abeza, lo que podría traducirse en ‘Villa de Abeza’. Hoy pueblan este municipio zamorano unos 200 habitantes.

El turismo rural está ganando importancia en la zona, situada en el interior de la comarca de Benavente y Los Valles (a 50 kilómetros de la capital), ya que el pueblo es un punto de referencia para realizar rutas a pie o bicicleta por la provincia.

El adobe, junto con los campos de trigo y girasoles, marcan el paso de muchos peregrinos que siguen la Ruta de la Plata romana y la Ruta del Císter. También el de cualquier caminante que busca disfrutar de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila o, simplemente, visitar el Monasterio de la Moreruela, a las afueras del pueblo. La pesca, el golf, el enoturismo o la caza son algunas de las actividades más demandadas por quienes se acercan hasta allí.

Como tantos pueblos vecinos, guarda en el interior de su iglesia parroquial, dedicada a San Salvador, algunos de sus tesoros históricos. En este caso se trata de un retablo del Cristo de los Afligidos. Su espadaña, reconstruida después de varios incendios y sobre la que suele anidar alguna que otra cigüeña, es un ejemplo de la arquitectura de la zona, elaborada a partir de piedra irregular y ladrillos macizos.

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