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Pazo de Santa Cruz de Ribadulla

Vedra, Coruña, A

El marqués de Santa Cruz, Alfonso Armada, mantiene vigoroso el pazo de Santa Cruz de Ribadulla y las visitas de quienes nos adentramos en sus jardines son más que una recompensa a los sentidos que se nos despiertan en el pazo, son la admiración de un planteamiento renacentista, racional y octogonal donde el paisaje y el valor botánico que representan son de un valor incalculable. Invirtamos unos pocos euros en oler las camelias que el Tío Iván, don Iván Armada, sembró con esmero y dedicación allá por el siglo XIX y en recorrer los jardines del pazo.

Nada más llegar al pazo una plaza rodea el edificio y nos recibe y llama la atención su fachada sobria y la representación de los escudos de sus propietarios. Construido en el siglo XVI y de estilo barroco al comprar los terrenos el canónigo de la Catedral de Santiago, Juan de Mondragón, el río Ulla y el pico Sacro en la feligresía de Santa Cruz verían como la Torre y el Casar de Ortigueira se convertiría en una estancia noble y de cuidados cultivos.  En un vistazo a la edificación nos damos cuenta que la forma de L que tiene la construcción se debe a las construcciones que se fueron incluyendo a lo largo del tiempo por parte de los descendientes del canónigo, como su sobrino Juan de Mondragón que agrandó la propiedad con la capilla, amuralló el recinto y plantó hileras de olivos que servían para separar los espacios entre cultivos, montes y zona de jardín y huerta creando grandes avenidas y paseos que facilitaban moverse dentro de la finca, además de plantar un sinfín de vides.

Una fuente, la fuente de “La Coca” con el dragón alado de la mitología se planta frente al edificio principal que cuenta además con capilla del siglo XVI y bóveda gótica que posteriormente fue iglesia con retablos barrocos en la que la Virgen del rosario y el Cristo están muy presentes.

Con las nuevas edificaciones del siglo XVII el pazo disponía de hórreo, estanques, fuentes, casa, capilla, almacenes y todo tipo de construcciones relativas al mantenimiento del pazo. Vides, olivos y jardín constituyen la vida de este pazo y hoy día es botánicamente un compendio de camelias, boj, magnolias, helechos australianos, tulipanes de Virginia, robles, palmeras washingtonias... En nuestro paseo siempre están presenten las camelias del Tío Ivan y cuando están en flor su aroma inconfundible, y es por ello que se reconoce mundialmente el cultivo de la camelia en este pazo y su vivero.

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