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Riberas del Ebro

Zaragoza, Zaragoza

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Montados en la bici, comenzamos nuestro paseo por la ribera izquierda del río Ebro. Atravesando el puente de Santiago, nos adentramos en la espectacular arboleda de Macanaz, una de las zonas verdes de la ciudad donde la Naturaleza es la gran protagonista. Dentro de estos espectaculares jardines dejamos al fondo la imponente silueta de la basílica de Nuestra Señora del Pilar, mientras cruzamos el puente de Piedra, vecino más antiguo de la ciudad. Unos cuantos pedaleos más adelante, llegamos al balcón de San Lázaro, un centro de interpretación en el que podemos encontrar los restos del antiguo convento de San Lázaro. Desviándonos un poco, nos dirigimos hacia la calle Sobrarbe, donde nos encontramos con la hermosa iglesia neoclásica de Altabás. Aparcamos la bici en la puerta y al entrar, nos da la bienvenida un bello retablo de origen mudéjar. Salimos de la calle, en dirección al puente de Piedra. Allí nos encontramos con una de las calles más singulares de Zaragoza, el callejón de Lucas, un lugar poco conocido, pero lleno de encanto ya que es la única calle de la ciudad que está cubierta. Volvemos a la ribera del Ebro para seguir nuestro paseo y sorprendidos por la presencia de las gaviotas, que sobrevuelan nuestras cabezas, llegamos hasta el puente del Pilar para pasar al lado derecho de la ribera. Lo primero que vemos es el museo diocesano de Zaragoza y palacio de los Reyes de Aragón. Un poco más adelante, decidimos parar a reponer fuerzas en el embarcadero náutico, mientras contemplamos una espectacular panorámica de Zaragoza con las fachadas traseras de la Catedral del Salvador, El Pilar y el ayuntamiento. Volvemos a coger nuestra bici, ya de camino a casa, contemplando los restos de la antigua Muralla romana.

Localización

Parque Macanaz