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Museo Pablo Gargallo

Zaragoza, Zaragoza

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Zaragoza, más que ciudad parece un museo urbano repleto de obras de arte. Ciudad de gran historia, también fue la cuna de grandes artistas como el escultor Pablo Gargallo. Haciendo honor a su figura, la capital aragonesa acoge un museo en el que los visitantes pueden admirar unas obras verdaderamente únicas y sorprendentes. El palacio de los condes de Argillo fue el lugar elegido donde conservar la colección de este original artista. Recorriendo los pasillos de este museo, podemos comprobar cuán grande era la predilección de Gargallo por la anatomía humana. Vanguardista de pro, el escultor centró su obra en el reconocimiento de las formas del cuerpo humano realizando esculturas con láminas y planchas de metal. Inspirándose, además en el cubismo, sorprenden muchas de sus obras en la que, a veces, en las zonas donde debería haber un músculo o un hueso no hay nada, solo un hueco vacío. Inspirado en el lema bíblico, “Lo nuevo es el lenguaje vanguardista” Gargallo creó, en 1933, una de sus obras más reconocidas, 'El Gran Profeta', una estatua de bronce de 2,35 metros de altura, que representa la figura de un orador gritando mientras, con actitud amenazadora, sujeta en alto un bastón.

Localización

Plaza de San Felipe, 3, 50003 Zaragoza