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Rio tinto

Minas de Riotinto, Huelva

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La sangre de Huelva fluye como el río que le da nombre a la localidad. Nace en la sierra de Padre Caro y toma su color distintivo a su paso bombeando las Minas de Riotinto. Aunque lo parezca, en este río no se han derramado cientos de botellas de vino. Tampoco Moisés ha tocado estas aguas para lograr la independencia de los onubenses. El río se viste de rojo gracias a la riqueza del suelo que recorre, fértil en sulfuros de metales pesados que perviven en las tierras de las Minas de Riotinto. Estos metales soportaron la pesada carga de estas minas explotadas por los británicos en el siglo XIX para conseguir metales preciosos. Sin embargo el río es el alma del pueblo creando, junto a las minas o cráteres, paisajes espectaculares. Incluso roza el misterio ya que aún lleno de metal es capaz de soportar organismos vivos en sus aguas. Algo que no le pasó desapercibido a la NASA, realizando estudios aquí y allá a lo largo del río. Y es que, este paisaje con tintes extraterrestres no puede ser muy diferente al de Marte según debieron creer cuando cruzaron el charco para investigarlo.

A lo mejor la idea es más simple. Este paisaje agreste con apenas vegetación y apariencia tranquila y deshabitada, en verdad está vivo y su líquido sigue fluyendo color vino tinto.

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Localización

Minas de Riotinto, Huelva