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Albalate de Zorita

El descubrimiento del perro Cósula

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Al sur de la provincia, en el límite con Cuenca, en las faldas de la Sierra de Altomira, esta localidad, de origen musulmán, combina historia y naturaleza como atractivos para el viajero. La cercanía del río Tajo y la proximidad de los embalses de Zorita y Bolarque la convierten en terreno ideal para los aficionados a los deportes náuticos y para los amantes del senderismo. Muchas de estas rutas tienen al Tajo como testigo y permiten descubrir lugares de gran belleza y tranquilidad. Ya en la ciudad, son visitas obligadas la Fuente de los Trece Caños, siglos XVI-XVII, con sus cabezas de animales como grifos; y la Iglesia de San Andrés, siglos XV-XVI, con retablo interior churrigueresco y pila bautismal en alabastro. Pero, sin duda, su mayor atractivo está en la Capilla de la Cruz de Perro, donde se encuentra esta joya de orfebrería (siglo XIII) en bronce, que recibe ese nombre por el perro Cósula, que la encontró enterrada en un paraje del río Tajo en 1514. Desde entonces es escudo de la población y objeto de devoción.

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