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Arnedillo

Naturaleza y humo

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Una buena manera de llegar hasta Arnedillo sería caminar a través de la Vía Verde del Cidacos, ese valle reserva de la biosfera que, poco antes de llegar al municipio, permite acercarse hasta el mirador del buitre leonado y contemplar el singular vuelo de esta especie. Ya en el municipio, sería ideal transformarse en humo y mimetizarse con el de la Procesión que sale cada noviembre de la iglesia de San Servando y San Germán y recorre el pueblo. En esa forma incorpórea ver los múltiples encantos que ofrece el municipio sería coser y cantar.
Simplemente, dejándonos llevar por el viento que sopla desde el rebollar de Cabimonteros y que nos trasladaría raudos, primero, hacia el castillo medieval y, de ahí, directos a la ermita de Santa María de Peñalba, en pie desde el s.X. Un nuevo golpe de aire nos permitirá ver, desde las alturas, las huellas que dinosaurios prehistóricos dejaron en el yacimiento de Las Hoyas o deslizarnos suavemente por las cavidades llenas de historia de las cuevas del Ajedrezado y perdernos entre sus hornacinas. De vuelta en las cercanías de Arnedillo, sólo tendríamos que mezclarnos con el vapor que se desprende de las pozas termales para disfrutar de un merecido momento de relax.
 

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