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Barcial de la Loma

Tierra de espinas santas y comuneros valientes

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Antes de entrar en Barcial de la Loma merece la pena hacer un alto en el camino de acceso, para tomar una fotografía del concepto “poner puertas al campo”. Un arco de gran belleza enmarca el paisaje de los campos vallisoletanos como si fuera la puerta a otra dimensión. En realidad es el último vestigio de la antigua iglesia de San Miguel, hoy derruida.

Otro descubrimiento, ya en el municipio, es la torre en forma de cubo que en su día formaba parte del castillo-fortaleza de Barcial. En este castillo luchó el pueblo a favor de la Santa Junta revolucionaria y antiseñorial durante la Revolución de los Comuneros de 1502 contra la Corona de Castilla. El paseo entre leyendas de rebeliones nos lleva a lo alto de una loma, donde encontraremos la iglesia de San Pelayo, de estilo mudéjar del siglo XVI, con un magnífico artesonado de lacería estrellada y una imponente torre tipo pórtico que se alza majestuosa sobre el pueblo.