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Bercero

Blasones, retablos y atletas entre cultivos

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Según el catastro del Marqués de Ensenada, en el siglo XVIII Bercero ya era recoleto y tranquilo y, como si el tiempo no pesara en sus piedras, sigue siendo un rincón donde desconectar de la ciudad, a solo 40 kilómetros de Valladolid. Se encuentra escondido en un valle de singular belleza, entre páramos y pistas idóneas para practicar ciclismo de montaña y pruebas de atletismo, como la carrera ‘Cinco Leguas’ que convoca a deportistas de toda la provincia y termina en su plaza Mayor.

Las calles de Bercero cuentan su historia a través de casas de piedra en las que aún se aprecian escudos blasonados del siglo XVI al XVIII y otras de adobe típicas de la Tierra del Vino a la que pertenecen. Curiosamente, en el término municipal quedan los restos de un antiguo asentamiento hoy desaparecido, Arenillas, donde se hallaron monedas, lápidas y tégulas romanas. Entre el patrimonio histórico de Bercero podemos visitar también la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, que en su interior alberga un impresionante retablo mayor, heredero de la imaginería castellana del escultor Gregorio Fernández. Para poder contemplarlo, es necesario pedir cita previa al ayuntamiento. Otro de sus rincones de piedra y silencio es la ermita del Humilladero, de piedra y madera.

La mejor época para visitar esta localidad es Semana Santa, porque el pueblo amplía su programa festivo con actividades que duran varios días, incluidos pasacalles, charangas, corridas de cinta a caballo y comida popular en la que participan todos los vecinos.