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Blasconuño de Matacabras

Yeserías mudéjares bajo las aves

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Es una aldea de menos de 20 habitantes (el municipio más pequeño de la provincia) cercana a Madrigal de las Altas Torres, a la que se accede por un ramal de la carretera a Medina del Campo. Dista de Ávila unos 86 km.

Su iglesia de San Martín es su hito arquitectónico más importante. Como tantos otros templos de la zona, es el resultado de varias fases constructivas desde el siglo XII. Aquí se aprecian perfectamente los retales mudéjares más antiguos: dobles arcos ciegos en un pequeño ábside y arcos apuntados y alfiz con friso en la antigua puerta principal, ya clausurada. Son elementos canónicos del mudéjar de La Moraña, también conocido como románico pobre o románico de ladrillo. San Martín aún conserva restos de yeserías policromadas en la puerta antigua, un tipo de ornamento muy frágil y erosionado por el tiempo en los otros templos de la comarca.

El municipio se enclava en la zona Zepa de protección de aves más amplia de Castilla y León y una de las mayores de Europa: Tierra de Campiñas. La monotonía de la llanura contrasta con la abundancia de aves esteparias, rapaces y acuáticas de la zona, más del centenar. Incluidas algunas especies emblemáticas y muy escasas en la península como la avutarda, considerado el animal más pesado capaz de remontar el vuelo. Los machos llegan a alcanzar los 25 kilos. Salpican el término de Blasconuño pinares y montes de encinas, y linda con los majuelos de Las Matillas, pertenecientes a Madrigal, unas viñas comunales donde se ha cultivado la variedad verdejo desde al menos el siglo XIII.