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Bocos de Duero

Oasis vinícola entre cereales

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Un insólito oasis se esconde a 62 kilómetros de Valladolid, como pulmón verde entre grandes extensiones de campos y cultivos. Bocos de Duero refleja en su toponimia el río que le aporta esta exuberancia natural alimentado por el arroyo del Cuco que da nombre al valle.

Aquí se puede disfrutar de una jornada de enoturismo -previa reserva- en la Bodega Señorío de Bocos, que tiene una producción anual de 250.000 botellas con denominación de origen Ribera del Duero. Esta bodega abre sus puertas a los visitantes que quieran conocer el proceso de maduración y crianza de sus vinos, acompañados de una cata guiada. El municipio cuenta también con un pequeño tesoro arquitectónico: la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, una recoleta construcción del siglo XIII y estilo gótico que se puede visitar llamando previamente al ayuntamiento.