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Bueu

El cielo gallego

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La entrada al 'infierno' se encuentra en el paraíso de Bueu, un corazón marinero en pleno centro de las Rías Baixas. Aquel que se atreva a asomarse, encontrará el silencio de la isla de Ons que en otros tiempos escribía leyendas sobre el final de la Tierra en el ‘O buraco do Inferno’. Mientras, en el puerto pesquero de Bueu, los piratas emergían del puerto y los molinos eran testigos de las más bellas historias de amor. 

El cielo y el infierno se hallan aquí, como metáfora de su pasado marinero en el museo Massó, en la agreste Naturaleza que recorre algunas de sus playas, en la extraña isla habitada de Ons, o en la calidad de sus paisajes pesqueros, rodeados de casas de cal, que le hacen pensar a uno que de tan blancos, ha caído muerto y ha llegado al cielo. Cuando el sol se asoma por el oeste, la plaza de Bueu se viste de lonja en el Mercado de Abastos, dejando intacta la frescura de sus mariscos para todo aquel que quiera capturar el mar de Bueu. O que prefiera disfrutarlo en los restaurantes de alrededor. El cielo nos vuelve a dar la mano, si decidimos contemplarlo en todo su esplendor. Ya que en la parte más alta de Bueu, como si vigilara el paraíso gallego que nos rodea, se alza románica y humilde la iglesia de San Martiño, precedida por tres cruces del Calvario que recuerdan una historia bíblica sobre el infierno y la salvación. Desde aquí podremos recorrer con la vista el puerto, con las embarcaciones de bajura, aún con el esplendor del pasado pesquero de la localidad.

Cuando el sol se descuelga por el oeste, Bueu se cobija en los Pazos, en los cruceiros que la recorren por la vereda de la villa o en los molinos en los que el maíz escribía tradiciones y que corren por la ladera de O Miño intentando cobijarse de la noche. Un paraíso terrenal, donde es imposible escaparse del infierno de querer albergar Bueu en toda su inmensidad.

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