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Campanario

La Extremadura más pacense

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Encinas, liebre y urracas, cortijos blancos y torcaces... bienvenidos a la Extremadura más pacense. Caminar por Campanario es dejarse llamar por la Naturaleza, una envuelta en calma, moldeada por la ganadería e invadida de deesas. La prehistoria lo sacó de la inexistencia, los romanos del anonimato, y desde entonces la Historia se ha empeñado en desfilar por sus calles. Su pasado lo prueban Los Barrancos y la Finca Gamitas, enriquecido aún más en el petroglifo de El Herrador, en el yacimiento de las Matas y las tumbas de granito. Así, Campanario da las campanas a la arquitectura en la Casa de los Diablos, las otras casas nobiliarias y palacios señoriales; todo ello sin dejar de ovacionar a la religión en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, el convento e iglesia de las Clarisas, el convento de los Franciscanos Descalzos, la ermita de Nuestra Señora de Piedraescrita o la ermita de los Mártires.

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