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Canillas de Abajo

Huellas de un pasado esplendoroso y un presente agrícola

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Situado en la penillanura salmantina, este municipio es atravesado por la Ribera Chica o Río Seco. La escasa población que tiene Canillas se reparte entre la cabecera y las fincas. Presenta un pequeño caserío diseminado en el que destaca el palacio del vizconde de Revilla, de planta rectangular, que conserva en una esquina una torre cilíndrica, y cuya fachada está animada con dos escudos renacentistas. En la actualidad se encuentra muy deteriorado, ha perdido una altura y es utilizado como nave agrícola y para guardar aperos de labranza. En frente se sitúa un crucero del siglo XVI que se levanta sobre una basa de herencia gótica.

La iglesia, dedicada a San Vicente Mártir, es muy sencilla. La portada meridional, del s. XVI, queda protegida por un pequeño pórtico que descansa sobre cuatro columnas elevadas en un alto pedestal. La espadaña, con un cuerpo de campanas en el que se abren dos vanos campaneros de medio punto, se levanta a los pies.