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Carrascal del Obispo

Tras la huella de Julián Sánchez el Charro

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Este municipio se enclava en las faldas de un monte sobre el que se abre una extensa llanura con predominio de la dehesa como forma de explotación agrícola y ganadera. Así es el Campo de Salamanca, en el centro de la provincia. Esta localidad, por la que pasaba la antigua calzada de Salamanca a Tamames, se encontraba bajo la jurisdicción del arcedianazgo de Salamanca. Un anónimo visitador episcopal recogía que los vecinos del lugar tenían que pagar en el siglo XVII al obispo de Salamanca "una gallina y seis maravedís y medio vasallaje".

La iglesia de la Visitación cuenta con un retablo barroco originario de la iglesia románica de Santo Tomás Cantuariense de Salamanca, realizado en el siglo XVIII. Estuvo en este templo hasta los años 70 del s. XX, cuando se retiró y se guardó en el Colegio-Convento de Calatrava, hoy obispado y sede del seminario diocesano hasta 1992, año que volvió a su lugar original. 

Cuentan que al este de la villa hay un cerro en el que se refugió el héroe local y guerrillero Julián Sánchez el Charro con sus gentes, y desde allí atacaron al ejército francés en una de sus escaramuzas durante la Guerra de la Independencia.