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Castrobol

El último refugio ornitológico a orilla del Cea

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Se cree que este municipio vallisoletano -que en origen pudo llamarse “Castrovan”- estuvo habitado desde época prehistórica y que en su auge medieval llegó a albergar hasta tres castillos, de los que no quedan restos. Sin embargo, se trata de un lugar a la ribera del río Cea de gran riqueza natural y turismo ornitológico. Además de sus peculiares palomares de adobe hay que destacar las aves esteparias que sobrevuelan sus campos de cereales: sisones, avutardas, ortegas, aguiluchos y alcaravanes, por citar solo algunos.

Es un paisaje para disfrutar a simple vista y con prismáticos, que nos permitirán contemplar a lo lejos el monte Teleno. Ya en el mismo pueblo, no podemos perdernos la iglesia de San Salvador, construcción reciente de estilo mudéjar que custodia dos tallas de madera policromada y tres retablos. Curiosamente, su festividad oficial -por San Blas- se celebra el 3 de febrero. Y después se vuelve a festejar en verano, con mayor presencia turística, con verbenas y juegos tradicionales como campeonatos de calva y tarusa.