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Grandes y San Martín

Huertos, frutales, encinas y jabalíes

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Municipio de menos de 30 habitantes formado por ambas localidades. Se sitúa al sur de San Pedro del Arroyo, a 43,2 km de Ávila.

¿Son morañegos o serranos los habitantes de Grandes y San Martín de las Cabezas? Seguramente ambas cosas, aunque las dos localidades se insertan en la comarca de la alta Moraña, en tierras más onduladas y arboladas que las de sus vecinos comarcales al norte.

Empieza a predominar la piedra en las construcciones civiles y religiosas, más en San Martín que en Grandes. El primero cuenta con una pequeña ermita de pizarra, en una loma rodeada en parte por encinas, y el segundo, más grande como su nombre sugiere, con la iglesia de San Juan Degollado, de pequeñas dimensiones y también pizarra excepto la espadaña en sillar de granito. En el interior, cubiertas de madera y una tribuna con decoración policromada. Grandes también conserva un potro de herrar. A San Martín lo distingue una buena casa solariega, atípica por sus contrafuertes en la fachada. Al parecer perteneció a la Marquesa de la Laguna.

Desde ambas localidades, que solo distan dos km, parten caminos para el senderismo o la bicicleta entre los encinares a oeste y sur. También cuentan con algún soto y frutales. En San Martín, más próximo a la masa de encinas, dicen que no es rara la visita de jabalíes, para desgracia de los huertos.

A unos pocos kilómetros al sur de Grandes, en un paraje agreste rodeado de encinas, se encuentra uno de los muchos castros vetones de Ávila. La mayor parte de la actual provincia se incluía en el territorio de aquella tribu belicosa y ganadera. El castro de la Mesa de Miranda se organiza en tres recintos amurallados. La necrópolis al sur ha revelado información sobre su sociedad y su espiritualidad: existe la teoría de que, algunas tumbas, muy jerarquizadas en clases sociales, imitaban la posición de algunas estrellas.

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