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La Toba

Cuatro fuentes y tres ermitas

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Esta villa, a camino entre la Campiña y la Serranía, creció sobre un manantial, y su relación con el agua es estrecha. Cuenta en su término con cuatro fuentes reseñables: una es la de los tres caños, sobre el citado manantial; otra es la de la Picota (al lado de este monumento); una más es la del Juego de pelota (cerca del frontón), y la cuarta, la de la Plazuela, de mediados del siglo XX.

Andando por sus calles, el visitante se encontrará con una picota del siglo XVI y la iglesia parroquial de San Juan Bautista, estilo románico rural, que muestra en su interior retablos barrocos y guarda una cruz parroquial en plata, renacentista, del XVI, del maestro orfebre Martín de Covarrubias. Cuenta, a su vez, con tres ermitas: la de la Soledad (XVIII), la de Nuestra Señora de Quinta Angustias (XIX-XX) y la de San Bartolomé, a orillas del embalse de Alcorlo, lugar de visita para senderistas y amantes de bellos paisajes.

Y no olvidar los restos del castillo de Alcorlo, un torreón defensivo del siglo XVI, y el puente romano sobre el río Bornova.