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Monsalupe

Transición entre monte y cereal

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Población de unos 70 habitantes situada a 21,1 km de Ávila, al sur de la autovía A50 que conecta Ávila y Salamanca.

Es uno de los pueblos que marca la frontera natural entre las dos personalidades geográficas de Ávila: las montañas al sur y las llanuras cerealistas, con manchas esporádicas de pinar y encina, al norte.

A pocos kilómetros de Monsalupe comienza una amplia extensión de encinares con parajes como el barranco del Ronco. Aunque no hay que irse tan lejos para una merienda a la sombra; los álamos que flanquean el arroyo de la Berlana, junto a la población, pueden cumplir perfectamente con esa función.

La transición de paisaje lo es también de arquitecturas. El ladrillo mudéjar se mezcla con la piedra y el granito serranos en casas y edificios religiosos: la iglesia de San Pedro Apóstol (muy sólida, con sencillos artesonados en los techos que contrastan con los muros encalados y un curioso reloj de sol labrado en la portada barroca) y la ermita de Nuestra Señora del Buen Suceso, sobre un cerro al norte de la población. La variedad arquitectónica, tan vinculada a la de los oficios, se completa con un viejo palomar encalado y una antigua fábrica de aguardiente.

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