{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Navalmoral

Pastos del chuletón avileño

Compartir

Población de unos 350 habitantes en el cruce las carreteras AV900 y AV905, a 36 km de Ávila.

Se rodea de un paisaje accidentado y diverso, en el valle alto del río Alberche, entre las sierras de la Paramera y Gredos, al sur del valle Amblés. Linda con amplias extensiones de prado, repartidas en un mosaico de cercas, lomas a veces rocosas y otras arboladas. Su término acoge una amplia variedad vegetal, desde las clásicas encinas de los montes abulenses, a menudo en dehesa, a fresnos, enebros y piornos o sotos en las riberas de varios arroyos.

El caserío conserva rincones pintorescos como la plaza rodeada de casonas de mampostería y en medio una sencilla fuente con pilón, la fuente del Lejío, y una iglesia, dedicada a San Pedro Apóstol, de más empaque que la mayoría de las vecinas serranas: tres naves, sillería en vez de sillarejo, y una espadaña especialmente esbelta.

Múltiples rutas naturales, por ejemplo al puerto de Navalmoral (panorámica de Gredos, ojalá nevada) o el curso alto del Alberche. Una muy particular: la de los molinos en el río Santa María, con restos de construcciones y piezas como piedras de moler o canales tan vetustos que parecen restos prehistóricos. Pasa por prados, zonas de roble y fresno, fuentes y puentes.

Es un término generoso en productos naturales, desde carne de raza avileña criada in situ a vino de Garnacha o aguardiente tradicional.