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Torre en el altar de una piedra caballera
Localidad de unos 70 habitantes junto a la frontera provincial con Salamanca. Se accede por un desvío desde la carretera AV100 y está muy próxima a la autovía A66 (ruta de la Plata). Dista de Ávila 104 km.5052
La postal de Neila puede ser un campanario cristiano o un altar vetón de ofrendas y sacrificios. O ambas cosas.
Otras iglesias del valle del Tormes y alrededores tienen torres exentas, alejadas de la nave, en una rareza arquitectónica que solo se repite muy al norte, en La Moraña. Pero la de Neila es única: el campanario, muy rústico, está plantado como una atalaya sobre una piedra caballera, es decir, un gran bloque de granito redondeado que parece en equilibrio precario. Como un canto rodado gigante.
Se sube al campanario por una gran escalera de roca. Algunos autores piensan que el lugar pudo ser un altar de los vetones (como el del castro de Ulaca). Aquella belicosa tribu veneraba las piedras caballeras como esculturas naturales y no sería la primera vez que un templo se emplaza en algún lugar sagrado, y pagano, para cristianizarlo. El cuerpo de la nave, al no tener torre, de lejos podría confundirse con una gran casona serrana.
El caserío, empinado, entre callejuelas, guarda bastantes muestras de esa arquitectura tradicional: sillarejo con grandes sillares de refuerzo en las esquinas, bloques rectangulares en el recerco de las ventanas y los dinteles de las puertas, algún balcón sobre ménsulas como los de la cercana Becedas. Y además el contraste de varias viviendas encaladas, el imprescindible potro de herrar en cualquier pueblo ganadero y un ancho lavadero con pilones, en las afueras.
El término de Neila es bastante boscoso. Predominan el encinar, el robledo y también algo de pino silvestre, castaños (algunos, centenarios) y ejemplares de sauces y fresnos que aportan colorido otoñal al verde de las especies perennes. Prados naturales y cercados, roquedos y berrocales, como el de la torre, son constantes en el paisaje.
Más allá de las rutas en su término (unos siete kilómetros cuadrados), el pueblo ocupa una posición estratégica en el mapa turístico: la serranía de Béjar alrededor y cerca el valle del Tormes, el patrimonio monumental de Béjar y El Barco de Ávila, y el Parque Regional de Gredos un poco más al sur.