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Pedro Bernardo

El balcón del Tiétar

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Localidad de unos 900 habitantes junto a la carretera AV922 y cercana a la CL501. Dista de Ávila 106 km.

Un magnífico ejemplar de pino piñonero, otro de madroño, uno más de olivo, un tejo, una higuera y un nogal. Estos hitos en la ruta de los árboles singulares dan idea de la riqueza forestal y paisajística del término. Añade bancales de cultivo, colección de frutales (naranjos, castaños, cerezos, granados…), sabinas y pinares. Incluso palmeras en algunos rincones del pueblo.

El abrigo en la ladera sur del macizo oriental de Gredos, en la sierra de la Abantera, concede un microclima amable que convierte a Pedro Bernardo en referencia turística del Tiétar. Ayuda también la cercanía de Madrid y los recursos naturales desde los picos al norte (el Risco Miravalles es el más alto del término, 2.100 metros) hasta la vega del río en la frontera toledana.

A Pedro Bernardo lo apodan el Balcón o el Mirador del Tiétar y a simple vista no parece exagerado: se descuelga por la ladera en alturas escalonadas, perfectas para los miradores, a más de 800 metros de altitud y con panorámicas desde el valle a los montes de Toledo.

Lo que no se entiende tan fácilmente es que espere desde 1977 a que se resuelva el trámite para obtener el título de Conjunto Histórico. Es de los que mejor ha tratado la arquitectura tradicional del sur de Gredos (aunque desde aquel año a ahora le han crecido chalets y edificios modernos), sobre todo en los barrios de los Adobes y las Casillas: callejuelas empinadas que adaptan a los desniveles, algunos pasadizos, cuevas, grandes balconadas voladizas, muros encalados, mezcla de piedra y entramados de madera…

El ayuntamiento ha organizado varias rutas urbanas (de las siete fuentes, de los portales o miradores, paseo de los naranjos…) que son una buena excusa para toparse con edificios singulares como el edificio del antiguo ayuntamiento, del XVI; una plaza de toros reconstruida pero con orígenes muy antiguos, en el XVII, y curiosa forma irregular; la iglesia de San Pedro Advíncula, un mirador dentro el pueblo mirador; dos ermitas; o el entorno de la plaza Vieja.

Pero Pedro Bernardo es un pueblo de naturaleza, turismo activo (incluso parapente, se han organizado campeonatos de España) y rutas de agua y montaña: hacia el puerto de Serranillos, al paraje del Canto de la Seta (una piedra caballera, tan típicas de Ávila, con forma de hongo), al menhir en la dehesa de Cantogordo o a cascadas y saltos de agua como Chorrera del Hornillo y Chorrera Hondonera.

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