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Las Pedroñeras

La capital del ajo

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Esta localidad de Cuenca, lugar de paso durante muchos siglos, seguramente sea uno de los pocos lugares en el mundo donde al viajero no le importará que huela a ajo. Un olor intenso y profundo le recuerda que no está en cualquier sitio, sino en la Capital del Ajo. Sus cabezas son las protagonistas en revueltos, calderetas o conejos, así como en el Museo Etnográfico y en la Feria que se celebra a finales de julio.

Las Pedroñeras ofrece un rico casco histórico también a nivel arquitectónico, con casas solariegas como las de los Molina, la Condesa, los Zapata, la Curato o la Mendizábal. Todas ellas salpican las calles que parten del centro neurálgico de la localidad, la Plaza de la Constitución, compartida por el Ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, máxima representante de un patrimonio religioso al que también contribuyen la Residencia de los Jesuitas o las ermitas del Santo Sepulcro, San Julián y del Cristo. En tierra de cultivo, se rinde homenaje a la actividad en el Museo del Labrador y se celebra a San Isidro, que comparte mes de fiesta con la romería de la Virgen de la Cuesta. Y, si se quieren cambiar de aires, el municipio está integrado en la biosfera de La Mancha Húmeda, teniendo al alcance las lagunas de El Taray, el Huevero y la Laguna Grande. También se puede disfrutar de las vistas que proporciona el cerro de La Mira. 

 

 

 

 

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