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Piña de Esgueva

Senderismo y arte románico en un pueblo con renovados bríos

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En los últimos años, esta localidad vallisoletana ha recobrado nuevos bríos gracias a parejas jóvenes y emprendedores que pretenden dinamizar el Valle de Esgueva, a solo 27 kilómetros de la capital. En un entorno de llanura castellana ideal para realizar rutas de senderismo, Piña de Esgueva se mimetiza con los tonos siena del paisaje gracias a sus casas de adobe y tapial. La piedra se encuentra en sus principales monumentos. Entre ellos, destaca la iglesia románica de Nuestra Señora, construida en el siglo XII y con un extraordinario ábside que merece la pena conocer (previa consulta con el Ayuntamiento) y la ermita herreriana de San Pedro, del siglo XVI. Si damos un paseo hacia las afueras del pueblo encontraremos un edificio moderno, la Ermita del Cristo de la Buena Muerte, la zona de las piscinas municipales –abiertas en verano– y un área recreativa con espacios verdes, merenderos y barbacoas.

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