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Posadas

Ciudad de contrastes

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A los pies de Sierra Morena, entre cultivos de regadío y granjas de cerdos ibéricos, encontramos el municipio cordobés de Posadas, un valle pintoresco en el que habitantes y turistas pueden sumergirse en sus montes, salpicados de minas, y sus templos dedicados a sus patrones. Desde el barrio de la morería de Posadas, los viandantes retroceden 1500 años mientras pasean y contemplan los tesoros arquitectónicos con los que los árabes empaparon de su cultura parte de las calles de esta ciudad. Sin dejar de sorprendernos, llegamos hasta el casco urbano de Posadas y admiramos la bellísima ornamentación de la fachada del palacio de los Marqueses de Villaseca, declarada bien de interés cultural. Entre la calle Gaitán y Santiago, llegamos hasta la casa del patrón del municipio, Santiago Apóstol. Este pequeño, pero bello templo, acoge cada año los días 25,26 y 27 de julio la velada de Santiago, unas fiestas en las que se saca al santo en procesión y en las que por la noche las calles de Posadas se inundan de ferias y verbenas en honor al patrón. Y del padre de Posadas, a su madre y señora, la Virgen de la Salud, cuyo templo es la ermita de Jesús. Salpicando el entorno natural de Posadas, encontramos dos conjuntos de excavaciones mineras las Minas de La Plata y las Minas de Calamón. Visitar estos pozos resulta muy interesante ya que se ha descubierto que fueron explotados desde la época romana. Sin lugar a dudas, no se pueden ir de Posadas sin visitar sus espectaculares sierras. Calificadas como parque naturales, la Sierra de Hornachuelos y La Sierrezuela son bellos entornos en los que podemos disfrutar de todo tipo de deporte de montaña además de disfrutar de los animales y plantas que viven en sus calizas tierras. Visitar Posadas es enamorarse de un municipio repleto de cultura y tradición abrazado por los bosques de encinares y pinos de  Sierra Morena.

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